Te echo de menos, Corelian
El corazón parece que deja de latir y te cuesta respirar. Tú estás viva y ella está muerta. Y ya no hablamos, y ya no nos reímos, y ya no marujeamos, y ya no anhelamos los niños que ya no serán, ni despotricamos del amor que nos da la espalda, ni recordamos los días en los que yo también estuve muerta y de los que logré escapar pensando en qué me dirías si estuvieras a mi lado.
Te echo de menos Corelian.
Publicado en EL MUNDO. Agosto 2001
Belén sabía muy bien que hay buenas, malas y malísimas noticias. Su muerte, ayer en accidente de tráfico, es la peor que podíamos recibir. Tenía 27 años, era periodista, compañera y, pese a su juventud, una mujer con las ideas muy claras y con la mente repleta de inquietudes. En los últimos seis años, el periodismo fue su vida, y este periódico, su casa.
Pero Belén Reyes Guitián no sólo era una firma, logró dar voz a los más desfavorecidos del mundo. De su mano emergieron las primeras páginas que un diario nacional dedicaba exclusivamente a información sobre ONG. De su corazón, sentimientos de rabia ante la injusticia. Porque no sólo escribía de solidaridad, creía firmemente en ella.
Quizás porque nació en Santiago de Chile en 1973, porque recordaba su infancia ligada a un continente que luego marcaría su profesión, porque era feliz cada vez que podía viajar y contar lo que les sucedía a los habitantes menos afortunados del planeta.
Se licenció en periodismo en la Universidad Complutense y antes de terminar la carrera hacía sus primeros pinitos en EL MUNDO. Comenzó como becaria -tras quedar la primera en las pruebas de selección- en la sección de Internacional, donde logró demostrar que esto era lo suyo. Y se quedó. Desde hace cuatro años trabajaba en Sociedad. Poco tiempo después, dos premios, el otorgado por el Club Internacional de Prensa y otro de Manos Unidas, reconocían en 1998 su labor profesional con tan sólo 24 años.
Belén era todo un carácter, capaz de conseguir lo que se propusiera sin doblegarse nunca. Era una todoterreno, como se conoce en el argot periodístico a quienes pueden escribir de cualquier tema. En los últimos meses distribuía su profesionalidad entre la cooperación, las mujeres y los menores. Esa era su faceta periodística, la más conocida, que compartía con otras pasiones.
Escribía también las letras de canciones que luego cantaba con su grupo, Krypton. «Belén tiene una voz fantástica, su música es un cruce entre un tranvía y un grupo de rock», dijo de ella Servando Carvallar, alma mater de Aviador Dro. Ya había publicado su primer disco, Electroazúcar, que presentó en concierto en el 20 aniversario de Radio 3, y preparaba nuevos temas para otro elepé.
Los seguidores españoles de La Guerra de las Galaxias seguro que recuerdan bien a Belén, el verdadero nombre de Corelian, su alias como organizadora de las primeras convenciones de la saga en nuestro país. También la echarán en falta en su grupo de juegos de rol de la Facultad de Psicología de la UAM, una afición con «valores educativos y de ocio», como siempre explicaba Belén, para acallar a sus detractores. Disfrutaba además con los cómics, de los que sacó su seudónimo, Araña Gaza, traducción libre de su héroe, el periodista Spider Jerusalem.
Eran tantas sus inquietudes que después del verano tenía previsto tomarse seis meses de excedencia para satisfacer su ansiedad por aprender. «Quiero hacer muchos cursos, de lo que sea, de guitarra, de diseño de páginas web, dedicarme más a la música, pasar más tiempo con Omar [su pareja] y a lo mejor hasta hago un churumbel», contaba poco antes de empezar sus vacaciones.
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Belén Reyes Guitián, periodista, nació en Santiago de Chile el 28 de noviembre de 1973 y falleció en Lalín (Pontevedra) el 2 de agosto de 2001.
Sabes que he encontrado en Internet colgados los dos discos de "Krypton"?? Me los estoy bajando. Si te interesa, te los paso... Es un buen recuerdo de ella...
ResponderEliminarClaro que sí que lo es.
ResponderEliminarAún los tengo...
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