Desguaces Cebrián

Me estoy aficionando a comentar gilipolleces; lo admito, no lo puedo remediar. No sé si es porque las hay a montones, porque yo estoy especialmente sensibilizada cuando las leo, las escucho o las veo o porque los medios de comunicación sólo recogen declaraciones y hechos de esta índole, que también puede ser.

El otro día repasé unas cuantas de estas tontunas atribuidas al Señor Fernández Galiano, presidente ejecutivo de Unidad Editorial, con respecto al futuro del periodismo y al doloroso ERE que se ha ejecutado en El Mundo, el buque insignia de la empresa en la que tan torpemente participa. Hoy le toca a Juan Luis Cebrián, consejero delegado del grupo Prisa, que también está sufriendo, como de manera muy acertada titula Público, el desguace de las empresas del conglomerado.


El artículo de este diario recoge la intención de Cebrián y los de su clase de "seguir desguazando" el grupo y de continuar echando gente a la calle, una alternativa que parece estar muy de moda últimamente en los medios de comunicación, ya que los gurús que las gerencian opinan que las plantillas son desmesuradas y que los sueldos también lo son.

Cuando tal reflexión viene de gentuz... gente que gana más de 100.000 euros al año y va por ahí sacando pecho por hacerse una rebajita del 7% anual (sin que ello incluya bonus, sobres y demás prebendas) mientras sigue dirigiendo las empresas como quien juega al Monopoly (donde todos sabemos que el dinero es de mentirijillas)... pues como que jode un poco.

Pero como no quiero ponerme pesadita con estas diferencias salariales porque ¡Dios me libre! no soy más que una cabeza de chorlito que jamás podrá aspirar a ganar el sueldo de estas mentes preclaras iré a la gilipollez directamente.

El señor Cebrián considera "lamentable" el seguimiento masivo de la huelga por parte de los empleados de la SER, amenazados por un ERE que afectará a algo más de 200 personas si nadie lo remedia; además de una rebaja del 10% del sueldo para los que se queden (recordemos que él y los de su clase se han quedado en el 7%).

A pesar de esgrimir la típica coletilla de que los trabajadores están ejerciendo la legítima defensa de sus derechos e intereses laborales, Cebrián carga contra lo que considera una irresponsabilidad y un ataque frontal contra el derecho de espectadores, oyentes y lectores y poco menos que se escandaliza de que no se hayan establecido servicios mínimos para esta huelga. 

Y es que ¡Menuda desfachatez la de estos plumillas que sólo piensan en conservar su trabajo y hacerse asquerosamente ricos ejerciéndolo! porque recordemos que son un huevo de gente para hacer un trabajo chupadito y que encima ganan un pastón indecente, con la que está cayendo. Hay que joderse con este repentino ataque de dignidad.

Asimismo, hace una alusión directa al programa 'Hoy por Hoy' considerando que con esta huelga se le ha puesto una mordaza temporal al programa de mayor calado y debate político que hay en nuestro país. Cual Nostradamus, Cebrián se hace cruces por la falta de reflexión de quien haya tomado semejante decisión; algo que nos conducirá al apocalipsis seguramente.

El remate de los tomates viene cuando admite que el capital humano es el mejor activo que tienen las empresas de comunicación y alude al servicio público que ejercen los medios de comunicación (¿pero lo suyo no es una entidad privada y como tal la maneja aspirando a ganar más y más a cambio de menos y menos?). Hala, ahí queda eso. Y tan frescos que nos quedamos.

Y yo, que no soy más que una maruja descerebrada me pregunto lo siguiente: si tanto calado y calidad tienen sus productos...¿por qué no los cuidan? Si tan valioso es el capital humano para ustedes ¿por qué prescinden de él? si pretenden ser una gran empresa ¿por qué aspiran a un grupo Prisa más pequeño y con menos gente? Si pretenden ser coherentes bajándose el sueldo un 7% ¿por qué no rematan la faena echando  a un número proporcional de ejecutivos tomando como referencia el número de profesionales que se van a quedar en la calle? después de todo... si Prisa va a ser un grupo más pequeño y con menos gente... habrá que recortar de todos lados, no sólo por abajo, como se hace siempre... vamos, por coherencia más que nada.

Es vergonzoso que quienes jamás se han preocupado por defender ni fomentar los valores del verdadero periodismo ahora se hagan las damiselas ofendidas porque los trabajadores están ejerciendo sus derechos y que quienes se han ocupado de cargarse esta profesión ahora apelen a la recuperación de su esencia.

Les mandaría a la mierda, pero estudié en muy buenos colegios y además a mi madre no le gusta que hable de manera ordinaria.

Cuánto sentido cobran las palabras que mi colega Aníbal Malvar emplea para presentarse en Twitter: "intentó ser periodista cuando existía el periodismo". Pues eso.