Esos refranes que no son verdad

Siempre he sido una fanática de los refranes y de los dichos populares. Me he empleado a fondo en conocer el origen de muchos de ellos y algunos están arraigados en mi discurso sin que lo pueda evitar (ni quiera). De hecho, ¡Por los clavos de Cristo! es mi santo y seña, mi 'firma', mi 'guiño' en el trabajo que ahora hago.

También puedo jactarme de reconocer un buen refrán o una frase hecha 'redonda' en cuanto la escucho y no dudo en incorporarla a mi vocabulario, donde queda a no ser que la memoria me juegue una mala pasada.

Hay mucha gente que se extraña cuando me oye invocar a los dichosos clavos o escucha alguna de mis comparaciones ('eres más tonta que una borrica cuesta abajo' es una de mis favoritas y 'eres más simple que un cubo' también) y siempre digo que en esas pequeñas píldoras hay mucha sabiduría y que esas frases encierran en pocas palabras verdades como puños... pero no es verdad.

Lamentablemente, el paso del tiempo me ha enseñado que muchas de estas frases, que yo tomaba como enseñanzas y estímulos, no son ciertas y las voy a ir recogiendo para acordarme de todas esas mentiras que nos han hecho creer, para aprender.

* Dos no se pelean si uno no quiere. Cuando te persiguen para atacarte es imposible no rechistar.
* Querer es poder. No siempre. La mayoría de las veces, querer no basta.
* A todo cerdo le llega su San Martín (versión popular y llana de lo que los místicos llaman justicia cósmica). Pues no, hay cerdos que mueren de viejos mientras duermen.
*Pensar es gratis. A mí a veces me sale muy caro.
*Dios aprieta, pero no ahoga. Yo añado que a veces incluso aprieta a quien no debe.
*Los caballeros las prefieren rubias, pero se casan con las morenas. Mentira, casi todos quieren tías con mechas doradas, aunque debajo no haya nada.

Ayúdame a ir completando la lista. Seguro que la alargamos mucho más


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