Gracias por cuidarme

Siempre se asume que los padres cuidan de los hijos, que los protegen y les evitan el sufrimiento y el dolor. Y es así. Yo procuro hacerlo cada día contigo, pero no puedo dejar pasar la oportunidad de darte las gracias por cuidarme. Sí, tú a mí.

Porque durante mucho tiempo te preocupabas de si sonreía, porque durante mucho tiempo me preguntabas por qué lloraba mientras me pedías que estuviera 'happy'. Porque durante mucho tiempo y durante muchos días me enjugabas las lágrimas diciendo que 'no pasa nada'.

Porque luego te viniste a dormir conmigo para que no tuviera miedo, porque te ocupabas de que estuviera guapa y porque me pedías que me maquillara y que te pintara luego los labios.

Porque dices que soy la mejor, porque te gusta que seamos 'gemelas', porque no paras de abrazarme, de besarme y de decirme 'TE QUIERO'.

Un 'TE QUIERO' que me sabe a gloria, a palmera de chocolate, a napolitana, a pan de leche, a tortilla de patata de la abuela, a chocolate negro, a sábanas limpias, a arena fina y tibia, a playa, a mar, a bebé, a mi bebé... a ti.