Un recuerdo para las que ya no están

Este mes de diciembre de 2010 que está a punto de terminar va a ser recordado por un sangriento récord. Cada tres días una mujer ha muerto a manos de sus parejas o ex parejas. Todavía se está buscando el cadáver de una chica desaparecida en Madrid cuyo ex marido apareció ahorcado. Aunque su cuerpo no ha aparecido aún, todo apunta a que él también la mató antes de poner fin a su propia vida.

Hace unos días, a una chica de 24 años se le ha escapado la vida a causa de las puñaladas que le ha asestado su marido. La fallecida ha dejado cuatro hijos (dos del homicida), había denunciado su situación, pero de poco le sirvió. Hace tres semanas, y a pesar de que ella insistió que la escalada de violencia en su casa era cada vez mayor, el juez del caso no interpuso ningún castigo, arresto orden de alejamiento o similar para el acusado. Tampoco hizo nada por proteger a la víctima que, ahora, ya no la necesita.

Leo que el Gobierno va a estudiar nuevas medidas para combatir el terrorismo doméstico. No me gusta llamarlo machista ni de género porque también hay hombres que lo sufren, aunque viendo lo apabullante de las estadísticas se me abren las carnes.

Pero más se me abren cuando entre los comentarios de los lectores no paro de leer tópicos cargados de demagogia acerca de denuncias falsas, de mujeres-sanguijuela, de leyes que discriminan al varón, de hombres esquilmados después de un divorcio...

¿Cuándo vamos a enterarnos de que interponer una denuncia falsa no es tan fácil y, además, tiene un castigo? En 2010 únicamente se han registrado 3 denuncias de este tipo. En comparación con las que sí tienen fundamento y con las que no llegan a producirse es una cantidad irrisoria, aunque eso no exime de que las impostoras deben ser duramente castigadas, puesto que con su actitud ofenden y dañan a muchas mujeres que sí sufren malos tratos y a las que muchos miran con sospecha.

¿Cuándo vamos a asimilar que la casa y los bienes materiales son, en el peor de los casos, de los dos cónyuges y de que quien se queda con los niños es quien se queda EN la casa y no CON la casa? ¿Cuándo asumiremos que la custodia compartida es una quimera que la mayoría de los varones no quieren o al menos no han querido hasta ahora? ¿Cuándo asumiremos que el perjuicio económico repercute en los dos miembros de la antigua pareja? ¿Cuándo dejaremos de preocuparnos por las cosas y empezaremos a hacerlo por las personas? ¿Cuándo asumiremos que no 'todos los hombres son iguales', pero que tampoco todas las 'mujeres son unas zorras'?

Desde aquí, un recuerdo emocionado para todas las que ya no podrán defenderse, no podrán enterarse, no podrán ver crecer a sus hijos, no podrán celebrar más navidades porque se fueron de este mundo asustadas y puestas en duda.

A pesar de todo y para todos, Feliz Navidad.


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